domingo, 6 de noviembre de 2011

THE WIRE

Serie de culto en todo el mundo, considerada por muchos la mejor y más revolucionaria serie televisiva de los últimos años. Es una creación de David Simon, a la cabeza de un elenco de grandes guionistas y directores, bajo el manto de la productora televisiva HBO.

The wire es, sin duda, el mejor diagnóstico que existe sobre el fracaso social del sistema capitalista en la sociedad postindustrial.

La serie, aparentemente, va sobre policías y delincuentes. Pero sólo aparentemente, porque pronto empieza a ser confuso quiénes son los buenos y quiénes los malos. O qué es lo justo y qué lo injusto. Y, por supuesto, qué es la verdad. En realidad, The wire trata sobre la ciudad y sobre en qué se ha convertido la vida urbana, en las metrópolis occidentales, a principios del siglo XXI.



David Simon, su creador lo cuenta así:
"The wire describe un mundo en el que el capital ha triunfado por completo, la mano de obra ha quedado marginada y los intereses monetarios han comprado suficientes infraestructuras políticas para poder impedir su reforma. Es un mundo en el que las reglas y los valores del libre mercado y el beneficio maximizado se confunden y diluyen en el marco social, un mundo en el que las instituciones pesan cada día más, y los seres humanos, menos".

La serie habla de los que sobran, de los que ya valen mucho menos de lo que valían en otro tiempo, si es que todavía valen algo. Desempleados, antiguos trabajadores, fracasados escolares y expulsados del famoso ascensor social del sistema. Los que la dinámica de las cosas ha convertido en prescindibles. Los excluidos, tanto los que saben que lo son, o que ya lo supieron siempre, como los que todavía no se han dado cuenta. Los que la economía postindustrial ha dejado atrás. La inmensa mayoría silenciosa del sistema. 

A través de una narración coral, compleja, pausada y muy densa, The wire refleja con precisión entomológica la red de corrupción, amiguismo, burocracia, desidia y maldad que preside nuestras vidas, aunque nos creamos ajenos a todo ello. Desde el tráfico de drogas a las corruptelas sindicales, pasando por el papel de los medios de comunicación o la depauperación del sistema educativo.

The wire es la mejor representación del lado oscuro del sueño americano que se pueda ver en una pantalla, de cine o televisión.



The wire quiere decir cable, o red, o escucha (en España se tradujo por Bajo escucha). Y es, precisamente, a través de las escuchas telefónicas como se pretende desvelar, el núcleo corrupto del sistema. No es que el sistema falle: al contrario, es que el sistema se define por la autoprotección de ese centro podrido. Ya desde el título, The wire ilustra sobre el cinismo extremo del sistema: todo lo que digas ya no podrá ser utilizado en tu contra.

El lema que abre la última temporada es el siguiente: "Cuanto más grande es la mentira, más se la tragan".

Documentales sobre The Wire:




La intro de cada una de las temporadas utiliza una versión diferente del clásico de Tom Waits, "Way Down In The Hole". La letra de "Way Down the Hole", llena de imágenes religiosas sobre el bien y el mal, le da un punto esotérico al oscuro ambiente de la serie.


Y, más importante aún, las canciones que escucha el espectador siempre suenan (salvo contadas excepciones) dentro de la acción: en la radio de un coche patrulla, en la gramola de un bar, en los altavoces de un gimnasio o cuando uno de los gánsters sube el sonido de su radiocasete para que ningún oído furtivo escuche una conversación sobre asuntos turbios.


El recopilatorio 'Beyond Hamsterdam: Baltimore Tracks from The Wire', muestra música incluida en la serie y hecha por solistas o grupos de Baltimore, cuya escena local -especialmente la relacionada con el hip hop- se ha revolucionado por completo con la serie, fiel reflejo de la vida en el gueto.






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